Los peluches no son solo cosa de niños, algunos no tan niños (entre las cuales me incluyo yo) todavía nos gusta tener cerca los peluches que hicieron nuestra infancia todavía más tierna.
Generalmente los peluches conllevan un problema de almacenaje, ya que son voluminosos y además tienden a acumular polvo. La solución más común es guardarlos en cajas y trasteros, aunque a mi no me gusta esta opción ya que prefiero tenerlos a la vista y que me alegren el día. :)
A parte de tenerlos sobre la cama o en la estantería hay varias soluciones posibles, como las que os muestro en esta entrada.
Podemos crear una hamaca con una sábana o tela y sujetarla a una esquina de la pared, formando un triángulo, tal y como se muestra en la fotografía. De esta forma aprovecharemos las partes altas de la habitación, así como esos ángulos muertos que forman las esquinas y además damos un toque muy alegre a la estancia.
No olvidemos las formas tradicionales como las estanterías (elemento más decorativo) o cestas fácilmente accesibles para que los niños puedan coger los peluches y los vuelvan a meter en su sitio una vez hayan terminado de jugar.
Una alternativa muy original es pegar una cinta de velcro en la pared, en el caso de la fotografía está dispuesta de forma vertical, aprovechando un pequeño rincón del cuarto. Otra forma es pegarla de forma horizontal a lo largo de la habitación, a diferentes alturas en función de la estatura de los niños.
Los zapateros de tela son muy prácticos no solo para los zapatos, también para guardar los peluches o las Barbies ;)
Fuente: Attemptingaloha
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